¿Qué papel juega la Luna en los grandes terremotos?
No solo convierte a los hombres en lobo y en lunático a quien sufre sus efectos, sino que todo parece indicar que la luna llena -y la nueva- es también responsable, al menos en parte, de los grandes terremotos. Y es que un grupo de geólogos japoneses ha demostrado que el plenilunio, y la luna nueva, corresponden con las dos veces al mes en que las mareas registran las tensiones más altas.
Las mareas de la Tierra, que son causadas por un tira y afloja gravitacional que implica a la Luna y el Sol, producen una tensión extra sobre las fallas geológicas. Los sismólogos han intentado durante décadas entender si ese estrés podría desencadenar terremotos.
Por lo general, están de acuerdo en que las mareas altas que ocurren dos veces al día en los océanos pueden afectar a los diminutos temblores “a cámara lenta” en ciertos lugares, incluyendo los de la Falla de San Andrés en California o la región de Cascadia de la costa oeste de América del Norte.
Pero un nuevo estudio, publicado ahora en Nature Geoscience, analiza pautas mucho más grandes que implican las mareas que se producen dos veces al mes, coincidiendo con las lunas llena y nueva. Se ha constatado que el número de terremotos de magnitud alta sube a nivel mundial cuando las fuerzas de marea suben.
Satoshi Ide, sismólogo de la Universidad de Tokio, y sus colegas investigaron tres registros separados de terremotos que cubren Japón, California y el mundo entero. En los 15 días que preceden a cada sismo, los científicos asignan para cada día un número que representa el estrés relativo de las mareas en ese día, con un 15 que representa el más alto. Encontraron que los grandes terremotos como los que afectaron a Chile (2015) y Japón (2011) se produjeron cerca de la hora de máxima deformación de las mareas -o durante lunas nueva y llena-, cuando el Sol, la Luna y la Tierra están casi alineados. La luna llena ocurre cuando la Tierra está entre el Sol y la Luna, por lo que vemos la Luna totalmente iluminada por el Sol. La luna nueva es cuando el satélite está entre la Tierra y el Sol, y por tanto no vemos la mitad de la Luna, que está iluminada por el Sol. Este alineamiento no es perfecto, pues cuando eso ocurre, lo que tenemos es un eclipse.
Para más de 10.000 terremotos de magnitud alrededor de 5,5, según los investigadores, un terremoto que tuviese lugar en un momento de alta tensión de marea era más probable que aumente a magnitud 8 o superior. Aun así, el porqué de los grandes terremotos sigue siendo una incógnita. Este grupo de científicos japoneses no hace más que corroborar que se deben a un fenómeno en cascada, donde una pequeña fractura subterránea va creciendo en tamaño e importancia. Y lo que demuestran es que las fases lunares ayudan a que esa fractura crezca, pero no a que se forme. De hecho, Satoshi Ide ahora está buscando una lista adicional de los terremotos que se producen en placas donde la corteza oceánica se mete debajo de la corteza continental, para ver si el patrón se mantiene allí también.
En definitiva, los científicos japoneses aseguran que las fases de la Luna deben tenerse en cuenta para calcular la probabilidad de terremotos en zonas sísmicas. No se pueden prevenir, pero al menos sí es motivo para estar más atento…
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