Practicar sexo: la mejor medicina contra los infartos
No hay duda de que practicar sexo es saludable. También para quien ha sufrido un infarto. O eso al menos es lo que asegura el estudio aparecido el pasado día 21 en el prestigioso Journal of the American College of Cardiology. De hecho, los autores de este estudio aseguran que los beneficios de practicar sexo para los enfermos de corazón son mucho mayores que los riesgos.
Dietrich Rothenbacher y sus colegas de la Universidad de Ulm en Alemania analizaron el historial sexual de 438 pacientes que habían sufrido alguna vez ataques al corazón. Y los datos fueron interesantes: Solo el 0,7% había mantenido relaciones sexuales en la hora previa al ataque, es decir, tres de 438.
Tras este primer hallazgo, el equipo de la universidad alemana estudió a todos estos pacientes durante diez años y marcó a quienes sufrieron otras enfermedades cardiovasculares o derrames cerebrales. Y llegaron a la conclusión que los pacientes que eran sexualmente activos –practicaban sexo al menos una vez por semana- eran menos propensos a sufrir incidentes adicionales que aquellos pacientes que no lo eran.
Pero todavía se puede ir más allá. En 2013, la Fundación Española del Corazón (FEC) explicó que en un estudio de referencia publicado en Japón, sobre 5.559 casos de muerte repentina por infarto, solo 34 de ellos se produjeron durante el coito a causa de un fallo cardiaco. Y en 27 de esas 34 muertes, la persona fallecida estaba realizando el acto sexual con una pareja distinta de la habitual. Por lo que, indudablemente, se deduce que factores externos influyeron de forma significativa en el desenlace según los expertos, como podrían ser nerviosismo, mayor excitación, sentimientos de culpa, necesidad de quedar bien, etc.
Así que los expertos señalan que los pacientes con problemas cardiovasculares deben perder el miedo a recuperar su actividad sexual después de haber sufrido un infarto. Además, el doctor Javier Andrés Novales, experto en Cardiología en Santurtzi (Vizcaya), asegura que durante el acto sexual “los gastos energéticos son similares a los que genera subir dos pisos de escaleras, la frecuencia cardiaca es inferior a la que se produce durante otras actividades normales de la vida cotidiana, y el esfuerzo físico que se requiere podría calificarse de moderado, lo que en principio no traería ninguna complicación”.
Por tanto, según los resultados obtenidos, el equipo de investigación de la universidad alemana asegura que los médicos tienen que empezar a informar a los pacientes cardiovasculares de que practicar sexo puede hacerles mejorar considerablemente de su enfermedad.
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