Todos queríamos saber quién o quienes habían matado a Laura Palmer. La chica más popular, guapa, inteligente y buena de Twin Peaks había sido brutalmente asesinada. Su cuerpo, envuelto en plástico era encontrado por el sheriff Harry S. Truman. Así comenzaba una de las mejores series de televisión de todos los tiempos.
El FBI envía al agente Cooper, un auténtico “personaje” que se pasará el día tomando café y tarta de cerezas. Más preocupado en seguir las pistas que le proporcionan sus sueños y extraños ritos tibetanos que el raciocinio comprenderá rápidamente que Twin Peaks no es el pueblo pequeño y tranquilo que aparenta. En él existen fuerzas sobrenaturales y diabólicas, y la mayor parte de sus habitantes esconden grandes secretos.
La historia de Twin Peaks comienza con la asociación entre el extravagante y siempre sorprendente David Lynch y el ya veterano guionista Mark Frost. Muy interesados en producir para televisión (ya lo habían intentado anteriormente con otros “productos”) y con un mercado televisión algo quemado planteaban aire fresco. ABC, por entonces la tercera cadena americana se planteaba adquirir nuevos formatos.
Twin Peaks es una serie realmente diferente. Pese a que el punto de partida fuese la investigación del asesinato de la joven Laura Palmer, sus personajes gozaban de una profundidad sin precedentes en la historia de la televisión. Las situaciones que se sucedían alrededor de la investigación del agente del FBI Dale Cooper eran totalmente extraordinarias y novedosas.
Todo el mundo esperaba que en el último capítulo de la primera temporada se resolviera la identidad del asesino de la joven norteamericana. Nada más lejos de la realidad. Muchas personas quedaron decepcionadas, quizá esperaban resolver el caso. ¿No se habían dado cuenta de que David Lynch quería enseñarnos un mundo mucho más complejo? La mayoría de los telespectadores no estaban preparados para una serie llena de simbolismos, de una complejidad creciente y de una calidad interpretativa insuperable.
El episodio piloto de la serie fue rodado con quince minutos extras por si era rechazado por la cadena de televisión ABC poder venderlo como un telefilm en Europa. Finalmente fue aceptado, y tras una gran campaña de marketing consiguió una audiencia de 35 millones de espectadores (de las más altas del año 1990) en Estados Unidos.
En España se encargó de emitirla Tele 5 a razón de dos episodios por día. Madchen Amick (Shelly Johnson, la camarera maltratada por su marido) vino de visita a España para promocionar la serie. El éxito fue tal, que emitieron reportajes y un especial titulado “Las claves de Twin Peaks” presentado por Jose Luís Garci.
La segunda temporada continuaba con ese afán de cercenarnos los ojos, de experimentar otra manera de ver la televisión. Un tono oscuro de pesadilla alucinada hizo que el público optase por el abandono. En parte también por la trama tan compleja que habían ido tejiendo Frost y Lynch.
Es muy destacable también el trabajo realizado por el compositor Angelo Badalamenti, que ha logrado pasar a la historia de las bandas sonoras más recordadas por la memoria colectiva de los telespectadores.
Poco a poco, David Lynch nos fue adentrando en un modo de hacer televisión diferente. Los niveles de misterio y originalidad habían alcanzado cotas hasta entonces insospechadas. Entre las hijas de Twin Peaks destaca Doctor en Alaska (bajo mi punto de vista, otra de las grandes series producidas en televisión).
Twin Peaks mantiene un gran número de fans incondicionales que sueñan con que algún día llegue el final de la serie. Algo que parece casi imposible. Aunque David Lynch ha manifestado en numerosas ocasiones estar enamorado de los habitantes del pueblo maderero por excelencia.
A los que estén interesados en profundizar un poco más en el universo de Twin Peaks les propongo la lectura de “Twin Peaks: 625 líneas en el futuro”, publicado por la editorial Recerca y escrito por Javier J. Valencia. En este libro encontraréis el mejor y más detallado estudio que existe sobre la teleserie. Además actualmente está siendo emitida por Cuatro, los domingos a la no muy recomendable hora de 3:25 de la mañana. La otra opción es comprar la serie.
Twin Peaks

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