Lobezno 2 es The Wolverine, de Aronofsky

Lobezno 2 es The Wolverine, de Aronofsky

the-wolverine-es-lobezno-2

The Wolverine

Lobezno 2 se empieza a rodar en marzo de 2011  bajo la batuta del director  Darren Aronofsky y con el título confirmado de The wolverine. Al menos eso ha confesado el realizador en una entrevista, mientras presentaba Black Swan, su esperado thriller de tintes paranormales ambientado en una compañía de ballet.
The wolverine de ningún modo pretende ser una segunda parte de la inefable 'X-Men Orígenes: Lobezno', sino una especie de nuevo comienzo. Probablemente la mano de Aronofsky mejore el cóctel musculado que protagonizó Hugh Jackman. Para ello, bastará con superar la escena de créditos iniciales de la primera( donde lobezno y compañía resumían en una carrera el paso de los años y siglos con su participación frenética en batallas históricas) que era lo único loable.

 En esta ocasión Logan se enamora de una mujer japonesa casada en el japón feudal. Para hacerse con el amor de la chica, Lobezno tiene que acabar con toda la familia de esta que se opone evidentemente al idilio (y al adulterio y deshonor). El conflicto da para un largometraje de acción porque, fíjate qué casualidad, todos estos parientes son samuráis.
Aunque la idea pueda parecer descabellada, y algo improvisada, se basa en uno de los comics de la mini-serie de 1982 de Chris Claremont y Frank Miller. El encargado de guionizar la propuesta es Christopher McQuarrie ('The tourist'), cuyo mejor trabajo fue el de 'Sospechosos habituales'. Todo suena extraño, y algo inquietante. Quizás lo único que salva es el equipo que se pondrá tras la cámara a rodarlo, ya que sacar a Jackman de tal aprieto histórico-romántico va a ser díficil, sobre todo sin el adamantium.
De ahí que Darren Aronofsky diga que no se trata de una secuela convencional en ninguno de los sentidos, y que no sigue las reglas marcadas en las cuatro películas de la franquicia. Mas, ¿por qué habría de hacerlo? Los cómics redefinen al héroe en cada serie, y según el punto de vista de cada escritor o ilustrador, y en el cine también debería ser posible. Lo que más debe sorprender es que transformen al personaje y mantengan al mismo actor, algo enamorado del poderoso Lobezno. El único miedo que se puede suscitar  es que el tema amoroso se les vaya de madre y se deje al lobo convertido en un triste gatito.
Fuente|HitFix