Hemos decidido traer a cartelera10.com una de las comedias más brillantes del cine español de todos los tiempos. Un filme maldito que conseguiría el premio de la crítica del Festival de Venecia y la nominación al León de Oro.
Sin embargo, en España tuvo una distribución mínima y hubo que rodar otro final, moralizante y ridículo, por problemas con la censura. Basado en el relato titulado “Paralítico”, uno de los tres cuentos que integran “Pobre, paralítico y muerto” de Rafael Azcona, que colaboraría en la redacción del guión y que él mismo se encargaría de definir como tragedia grotesca.
La acción transcurre en la ciudad de Madrid en el año 1960. Don Anselmo, un viejecito retirado, vive los últimos años de su vida en la paz de su familia que lo margina y desprecia. Pero esta tranquilidad se ve turbada cuando don Lucas, un viejo amigo discapacitado con el que acude al cementerio a poner flores en las tumbas de sus respectivas esposas, adquiere un coche de inválido motorizado que le permite recorrer la ciudad, reunirse con otros propietarios de cochecitos, participar en excursiones y competir en carreras.
Don Anselmo mira con envidia a los inválidos y se siente doblemente marginado (en casa y en la calle). Su soledad le azuza a seguir insistiendo en su intento de lograr que le compren un cochecito. Para ello simulará caerse en el descansillo de la escalera, su hijo llama al médico y éste dictamina que tiene piernas de ciclista
Después de asistir en el Paseo de Coches del madrileño parque del Retiro a una carrera de cochecitos de inválidos en la que prueba el modelo que le gusta. El ortopédico, que representa la picaresca típica española y en seguida tiene listo el coche encargado, insistiendo y sugiriendo a don Anselmo poner a su familia frente al hecho; el viejo, aprovechando que no hay nadie en su casa, saca las joyas de la familia y las empeña por cinco mil pesetas.
La tormenta familiar se desata. Su hijo se enfurece y amenaza con mandarlo al Asilo. Don Anselmo está destrozado. Tiene miedo, horror. A la soledad, a perder el cochecito, a dejar de vivir. Desesperado, echa en el puchero de la comida el contenido íntegro de una botella de veneno, coge todo el dinero que encuentra en la casa y recupera su cochecito de la tienda.
Ya en posesión del vehículo, avanza por las calles de Madrid mostrando orgulloso el vehículo a sus amigos. Por fin llega la hora de regresar a casa. Al llegar a la esquina, ve, con los ojos nublados de lágrimas, cómo todos los miembros de su familia son llevados en ambulancia, mientras un enfermero dice: "Ya no hay nada que hacer".
Don Anselmo huye, el cochecito lo lleva lejos, pero no podrá huir de sí mismo, de lo que ha hecho. En la carretera solitaria una pareja de guardias civiles detiene el cochecito de don Anselmo. Y al dar vuelta, de regreso a Madrid acompañado por los dos miembros de la Benemérita pregunta si podrá llevarse el cochecito a la cárcel.
El cochecito es una comedia dramática cuya anécdota argumental (el infantilismo del abuelo que quiere que le compren un coche de minusválido) deviene en toda una odisea dramática de primer orden donde se conjugan lo surrealista, lo absurdo, lo cómico, lo irónico y lo trascendental. La cinta plantea el drama que sufren mayores y discapacitados en la sociedad. La lucha de don Anselmo por conseguir mejorar su calidad de vida e integración social hace que se enfrente a todos, incluidos los miembros de su familia.
Un guión muy bien elaborado en el que se delata la habilidad narrativa de Azcona. Unas interpretaciones sobresalientes, en especial destacamos a Pepe Isbert capaz de provocarnos la risa y la ternura.
La música es de Miguel Asins, especialista en composiciones para guitarra y la fotografía muestra una ciudad de Madrid sin tráfico, casi sin gente en la que se combinan a la perfección los grises, negros y blancos y cuyos largos planos tendrán una influencia trascendental en el cine del maestro Luis G. Berlanga.
En definitiva, El cochecito es una de las mejores películas españolas de todos los tiempos, consigue hacer un retrato perfecto de la familia de clase media madrileña y el comienzo de la trayectoria italiana de su irregular director Marco Ferreri.