A todas nos gusta una comida bien preparada, pero cada día se tiene menos tiempo para dedicarle a la cocina. En ese sentido, la afición a las comidas más procesadas, a aquellas que se compran listas para comer o a las que reducen los tiempos de preparación es alta. Pero ello no implica que este tipo de alimentos sean demasiado saludables. Es más, es muy probable que no lo sean en absoluto para aquellos que quieren un alimentación sana.
Aunque tengas poco tiempo, debes aprender a comer bien para que luego tu cuerpo no te pase factura. De hecho, una alimentación sana puede ayudarte a tener más energía en tu día a día, los minerales y vitaminas que requiere tu organismo, los nutrientes adecuados para mantenerte en plena forma, y por supuesto todo lo que requieres para evitar problemas relacionados con los órganos internos o enfermedades derivadas de una nutrición que no es correcta.
Ideas para cuidarte a través de la alimentación
Para presumir de una alimentación sana hacen falta muchas más cosas que elegir correctamente los alimentos en el supermercado. Ni aquellos que ponen light, ni los orgánicos o bio, ni tampoco aquellos que se colocan la etiqueta de dietéticos o integrales tienen todo lo que necesitas, más bien en ocasiones acaban por ser perjudiciales por incluir más calorías o por sustituir comidas que es preferible hacerlas de forma sana.
Precisamente porque parece muy complejo y no lo es tanto, creo que los consejos que te proponemos a continuación te va a venir muy bien para cuidarte a través de la alimentación y así lograr un bienestar mejorado para tu día a día. ¿Las pondrás en práctica?
- Es preferible que comas de todo, sin abusar de ningún tipo de alimento. Además, lo ideal es que distribuyas esos alimentos variados en varias comidas al día. Los expertos recomiendan hasta 5 diarias.
- El pan, es preferible que sea integral. Aún así evita a toda costa los preparados con harina que se venden en el supermercado porque contienen azúcares muy poco saludables.
- Mastica los alimentos pausadamente , le harás un bien a tu estómago
- Modera el uso de la sal. Si no soportas las comidas sosas y sin sabor, trata de sustituirla por especies
- Sigue el refrán: desayuna como una reina, come como una princesa y cena como una pordiosera
- Consume alimentos ricos en fibra. Para ello, los frutos secos, los alimentos integrales y también algunas verduras son ideales para mejorar así tu digestión y los procesos intestinales.
- Es mejor que los productos lácteos sean desnatados para evitar un exceso de consumo de grasa.
- Todos los alimentos son buenos, sólo debes consumirlos con la conciencia adecuada.
- Come cuando realmente tengas hambre, no lo hagas por impulsos. De hecho, si habitualmente sufres este tipo de impulsos deberías consultarlo con tu médico porque podría tratarse de una dolencia a tratar.
- El pescado debes consumirlo al menos tres veces a la semana y mejor si es azul
- Consume alimentos cocinados al horno, cocinados en su propia salsa en los que no se incluyen grasas extras.
- Procura consumir al menos dos litros de agua durante el día
- Cuando comas fruta, procura lavarlas bien, así puedes consumirlas con piel para que te aporten más fibra y vitaminas.
- Es mejor que consumas frutas y verduras de temporada, pues serán más frescas y conservaran mejor su propiedades
- Si comes mucho en la comida, trata de compensarlo con una cena más ligera y con la distribución de comida en snacks más saludables en las demás tomas. Aún así, trata de comer en platos pequeños, pues así el plato se llenará más fácilmente
- Acompaña las carnes y pescados con verduras evitando así un exceso del uso de las patatas fritas.
- Aficiónate al té, está muy de moda y te ayudará con las digestiones
- Trata de comer siempre a las mismas horas, para que tu cuerpo se acostumbre a esta rutina
- Debes cenar al menos dos horas antes de acostarte
- A media mañana o en la tarde, trata de comer fruta como snack en esas cinco comidas que se recomiendan hacer.
- Conoce la comida de otros países, seguro que habrá algo que te guste y que además pueda hacerte aportes nutricionales realmente interesantes para ti.
- No te preocupes por dejar comida en el plato si no te apetece más. Puedes siempre guardarla y reciclarla, comértela más tarde o simplemente congelarla.
- Los frutos secos son muy saludables, pero siempre sin pasarse
- Evita los alimentos rebozados y empanados. Contienen más grasa de la habitual y el rebozado hace que su valor calórico sea superior.
- Para cocinar los alimentos lo mejor es el aceite de oliva porque es una de las grasas más saludables que existen
Con estos consejos te será fácil llevar una vida saludable, así que empieza a ponerlos en práctica ya y no esperes a que comience un nuevo mes para arrepentirte de seguir dejando para otro día lo que debería ser una rutina diaria.
Foto: comida sana vía Shutterstock