La escritora extremeña Inma Chacón, hermana gemela de Dulce Chacón, nos presenta una novela histórica basada en la historia de las últimas colonias: Cuba y Filipinas, en pleno siglo XIX español. El espacio del libro transcurre entre diversas ciudades, alejadas sustancialmente unas de otras, como son el caso de Manila (Filipinas), Alejandría, Palma de Mallorca o Toledo.
La novela narra los hechos de varios personajes que giran en torno a la figura masculina y aristócrata de Don Francisco Camp de la Cruz y Suárez de la Alameda, marqués de Sontoñal, quien se enamorará de tres mujeres de modo progresivo: Lola, Lucía e Inés, siempre exhibiendo una bigamia aceptada y entendida en la época. Primero, conocerá a Lola, -la pícara Lola- en París, que debido a su clase social, es una cupletista de éxito, no podrá casarse con Don Francisco, por lo que la convertirá en su amante. Su esposa, será Lucía Castellanos Soler -la niña de los Indianos- que tras nacer en Cuba regresará con su familia, con fama de masones, a Toledo. Don Francisco tendrá tres hijas con ella: Mariana, Munda (Esclaramunda) e Inés. La primera de ellas nacerá en Toledo, la segunda en Mallorca y la tercera en Alejandría. Precisamente, en esta última parada, conocerá a Inés -la dama de blanco-, quién se convertirá en su nueva mujer tras la muerte de su esposa Lucía, que a pesar de haber aceptado la bigamia de su marido con Lola, sufrirá, aunque en silencio. Lola, será la que siempre le acompañe y a la que Don Francisco siempre mantendrá económicamente, porque la bigamia es un lujo que sólo se lo pueden permitir algunos.
El esposo de Lucía, dice Chacón, “tenía un amante, como casi todos los esposos de la clase social a la que pertenecían”, pero a Lucía “la idea de que estaba buscando fuera lo que ella no podía darle dentro comenzó a volverla loca”. También recoge la escritora ese machismo de la época cuando Munda, la hija más independiente, le dice a su padre que quiere se masona porque ellos buscan la perfección del ser humano, la igualdad, la fraternidad y la libertad, a lo Don Francisco le responde: “las mujeres no pueden ser masonas. No son libres y no saben guardar un secreto".
La apología de la masonería es uno de los temas clave de la novela, que intenta poner en duda esa connotación negativa que la masonería ha ido adquiriendo a lo largo de la historia de España, lo que ha provocado que hayan sido motivo de críticas, persecuciones y oscurantismo.
El último viaje de la familia será a Manila (Filipinas), donde sus tres hijas y su primera nieta acompañarán a Don Francisco. Munda, la hija más curiosa de las tres, se enamorará del doctor Rubio y empezará a introducirse en los movimientos de independencia y masonería que afluyen en la ciudad filipina de Manila, que se encuentra en plena efervescencia política.
Esa efervescencia política propia del episodio histórico que verá la pérdida de las últimas colonias españolas, se recoge en la novela de forma clara y explícita: “en la metrópoli, los atentados y los fusilamientos no dejaban de cobrarse vidas, entre ellas la de Antonio Cánovas, cuya muerte sería el principio del fin del sistema de alternancia en el poder entre liberales y conservadores, que imperaba en España desde la Restauración borbónica”. El libro pretende ser una reivindicación de la mujer y ello se observa en las mujeres de la novela, quienes personifican la lucha por superar los roles propios del siglo XIX destinadas a ellas: ser hija, mujer o amante, por lo que se rebelan en busca de sus identidades.
“Para aquellos que llevaron Manila en su corazón en algún momento de la vida, en especial para los últimos de Filipinas y para todos los que les recuerdan” escribe Chacón como dedicatoria. Los últimos Filipinas son un batallón del ejército español que resistió durante 11 meses en la iglesia de Baler, en Filipinas, sin saber que la guerra había sido perdida, pero que, tras salir de su refugio al enterarse de la noticia, fueron reconocidos y honrados por los soldados filipinos que les perdonaron la vida. Esta hazaña fue llevada al cine también.
Inma Chacón espera que su novela histórica se convierta en un saga que será continuada por otras dos novelas, aunque todavía están en proceso de elaboración.
lydia
Estoy leyndo el libro y no me gusta. Lo que me desagrada de la novela es la ausencia de una voz interior, y la ausencia de profundidad en los personajes. Estos dan la impresión de ser marionetas, sin vida ni personalidad. Por otra parte las descripciones del libro, los lugares por ejemplo, son muy pobres. Es una pena, ya que el tema podría ser muy interesante. La novela, a mi punto de vista, no tiene relieve, dimensión.
Carmen
Las Filipinianas, es uno de los libros más deliciosos que he leido a lo largo de mi vida, me parece absolutamente precioso.
Mañana mismo empiezo La Princesa India.
Antonio
Terminé de leerla ayer y ahora me queda esperar que la adapten para uno de estos culebrones del mediodía , tipo "Chocolate" " Amor de Gavilanes , etc...", que creo que le iría perfecta.
De resto para estar tumbado en la piscina tomando el sol , está bien. También sirven el "Marca , El País , el Hola , ..."
Aurora
He terminado hoy de leer "Las Filipinianas" y me ha encantado. La rebeldía de Munda (Esclaramunda) la fortaleza de Mariana, y la bondad de Inés (Alejandra) me han hecho reconocer a tres mujeres distintas, pero con un objetivo común: intentar cambiar su vida sin perder su personalidad.
De Inma Chacón había leído "Alas" y "Urdimbres" , libros de poesía que me han maravillado. Pero "Las Filipinianas" es, además de La Princesa India, su mejor obra.
Gracias Inma.
Clara
inma chacón es la mejor!