En su primer libro publicado, Andrés Javier Rolando presenta "Entre Babylon y Zion", primer texto argentino de reflexiones rastas. Influenciado por la cultura Rastafari, el joven de veintiséis años llevó su lado artístico hacia el tratamiento integral de los llamados “Dreadlocks”. De esta manera convirtió su técnica en modo de vida, abriendo el primer local especializado en el tratamiento de dreadlocks. También es el creador de una de las páginas web más importantes dentro del círculo Rastafari Rastafari en América Latina: Natural-Rasta.com.ar.

A lo largo de sus capítulos se cuestiona y establece la duda como método de aprendizaje, en donde sus palabras realizan un contraste entre el bien y el mal, entre un sistema y un contrasistema, entre Babylon y Zion. “Todos somos seres divinos, seres de luz y oscuridad, nuestra influencia es lo que tenemos conciencia de elegir, nuestros actos y pensamientos volcados al bien o al mal”, frase que destaca el libro en su contratapa y desea expresar un propósito del mismo. A través de esta obra los lectores podrán sacar sus propias conclusiones y abrir un debate en torno a estos temas.

De los Rasta se sabe que nació en la época de los años 20, exteriorizando mediante el peinado creencias religiosas y políticas, así como también son algo muy íntimo, una conexión con Jah. Los Rasta proscriben el no peinarse o no cortarse el pelo citando la prescripción bíblica de Levítico 21:5 el cual señala "No harán calvicie sobre su cabeza...".

El nombre dreadlocks fue adoptado por la aversión ridícula de los no creyentes al look; el término fue adoptado y popularizado internacionalmente por la canción de Bob Marley "Natty dreads" de 1975. El origen está en la Biblia, en una creencia de respeto a sí mismo y cuidado del cuerpo

Con los contextos sociales y culturales, de su significado derivaron muchas interpretaciones, los dreadlocks son usados como símbolo de repudio al pelo lacio y rubio de la gente de raza blanca (los dreadlocks suelen ser negros u oscuros y enredados), también son usados como símbolo de disconformidad con Babilona, y en la actualidad han adoptado un carácter estético muy fuerte.