A fines del siglo XIX, los extraordinarios avances científicos obtenidos en los años anteriores propiciaron la creencia de que el Hombre era capaz de lograr cualquier adelanto que se propusiera.

H. G. Wells
Esta fe en la capacidad humana originó, en el campo literario, la aparición de la narrativa de ciencia ficción. Escritores dotados de enorme capacidad imaginativa especulaban en sus obras acerca de la posibilidad de conocer regiones inexploradas –incluso otros planetas-, de inventos fantásticos o de sucesos increíbles. Es proverbial el caso de Julio Verne, pero no fue el único.
Otros de ellos fue Herbert George Wells (Bromley, Condado de Kent, 1866-1946), con la particularidad de que éste dota a sus escritos de un contenido filosófico ausente en los de Verne. Así, reflexiona sobre los límites éticos de la ciencia en obras como 'La isla del doctor Moreau' o en 'El hombre invisible' o sobre las posibilidades futuras de la Humanidad en 'El destino del homo sapiens'. En este último sentido, se aprecia en sus escritos un progresivo pesimismo respecto a la sociedad contemporánea, que le llevaría a redactar, en sus últimos años, novelas de profundo contenido social.
'El país de los ciegos' (1899) podría incluirse en la segunda línea narrativa señalada, pues viene a ser una alegoría fantástica y un tanto terrorífica sobre el conocimiento humano y la sociedad, que estrangula a quién sobresale en este sentido.
Un explorador, Núñez, recorriendo los Andes ecuatoriales, va a caer en un pueblo donde todos sus habitantes son ciegos. Animado por un espíritu didáctico, decide quedarse en el poblado y enseñar a los nativos qué significa ver y qué hay más allá de sus tierras.

Una imagen del Condado de Kent, donde nació Wells
Pero, ante sus explicaciones, los improvisados discípulos se irritan, considerando lo que les cuenta como ideas perversas. Además, los ciegos, que habían desarrollado poderosamente sus restantes sentidos, consideran torpe a Núñez, quién carece de sus capacidades. Por ello, consultan al consejo de ancianos qué pueden hacer para curarlo. Éstos culpan a su capacidad visual de la ignorancia que lo mantiene 'en la oscuridad' y, por ello, recomiendan extirparle los ojos.
Como vemos, se trata de un relato simbólico y alucinante, que muestra cómo la comunidad somete al diferente a sus creencias, tratando de eliminar aquello que lo hace distinto. En cuanto a contenido, se trata de una obra excelente. No obstante, la prosa de Wells queda a la zaga, pues el autor británico –como él mismo reconocía- no estaba especialmente dotado para la literatura.
Fotos: H. G. Wells: Lupo en Wikipedia | Condado de Kent: Kurpfalzbilder.de en Wikimedia
Maria Luisa
hola, pues este es un super libro siceramente es muy interesante, ya que tiene varios mensajes y uno es que como seres humanos nos gusta someter a la gente por sus diferencias para con nosotros. Y sin darnos cuenta que quiza el error sea nuestro...
raul diaz fierro
he comentado algunas cosas del pais de los ciegos y me intereso eel libro asi como los otros relatos la puerta en el muro gracias
debbie lopez
pues la forma en la que termina no me gusta para nada
Anónimo
creo q el libro no propone nada nuevo y es una reproducción poco más ornamentada del mito de la caberna de Platón (La República).