El Almohadón de Plumas de Horacio Quiroga

Desde Edgar Allan Poe hasta nuestros días la sorpresa se ha hecho presente en los relatos cortos. Quiroga recoge una rutina diaria y la convierte en el desenlace de una tragedia salpicada por el terror de convivir con lo temido.

Horacio Quiroga llega a un punto bastante alto de sorpresa con el final de El almohadón de plumas, uno de sus cuentos más conocidos y también más  atrayentes.

El texto, que empieza con una narración suave y de ritmo lento empieza a acelerarse conforme van pasando las líneas. El cuento no es demasiado largo, así que este proceso está condensado, y de una forma muy lograda, por el escritor.

Alicia y Jordán son los protagonistas de este relato breve, una pareja que acaba de casarse y regresa de su luna de miel para empezar lo que va a ser su vida juntos, en su hogar, como una familia. Los elementos de la trama se empiezan a entrelazar de esta manera.

Los personajes están conformados por oposición. Mientras que Alicia espera de su esposo cierto comportamiento, Jordán tiene una actitud fría. Aunque la quiere, no lo expresa. Primer elemento del drama. Lo que viene a continuación es una descripción de su vida, hasta que entra en la historia el almohadón.

El almohadón es el detonante de lo que va a ser el desenlace del cuento. Ingresa casi inofensivamente, para no causar un cambio brusco en el lector.  Se puede rastrear, en este juego, un guiño a uno de los maestros del relato corto y creador del relato del horror: Edgar Allan Poe.

Desde Poe en adelante, pasando por Arthur Conan Doyle, Borges, Cortazar y muchísimos más, la sorpresa ha estado ligada al relato corto.

Los factores que hacen explotar la historia se entremezclan con la vida cotidiana, de manera que el suspenso aumenta al introducirse en la normalidad. Está oculta. Y así sucede con el cuento de Horacio Quiroga. El almohadón contiene un elemento oculto, y la vida que la pareja lleva empieza a sufrir cuando Alicia, de repente, inicia un proceso que al final la lleva a la muerte.

Jordán queda solo, pero no tiene una reacción normal de tristeza. El mal que ha causado la muerte de su esposa parece estar aún presente, quizá en el fondo del mismo hogar donde ambos han vivido durante los pocos meses que duro el matrimonio.

Es el almohadón, y un extraño animal que ha succionado la sangre y la vida de Alicia. La sorpresa es grande, el terror aún mayor. Lo logrado es uno de los buenos ejemplos del género del suspenso y misterio en la literatura.

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