Sarah Jessica Parker no siempre ha vivido rodeada de los más exclusivos modelitos de los diseñadores más prestigios del mundo de la moda. Es más, la actriz nació en una familia bastante humilde en la que el dinero era tan escaso que no tenían ni para comprar ropa nueva.
Sin embargo, Sarah, que afirma llevar la moda en la sangre, ha declarado que con tal de “vestir como los Kennedy” le daba igual tener que enfundarse vestidos estropeados.
“De pequeña crecí en Cincinnati, Ohio. No teníamos dinero”, explica la actriz. “Pero teníamos esa fábrica que se llamaba ‘Polly Slenders’ a la que mi madre iba constantemente para comprar vestidos estropeados… así que íbamos vestidos como los Kennedy”.
“De esa forma aprendí sobre ropa. No tenía acceso a los modelitos que he podido lucir durante ‘Sexo en Nueva York’, pero sabía perfectamente qué era bonito”.
Ni corta ni perezosa, Sarah está convencida que debe su casi siempre impoluto estilo a la hora de vestir a su interés y gusto innatos. ¿No te habrán ayudado en algo los estilistas que te vestían para dar vida a Carrie Bradshaw?