El Real Madrid aprovechó la ocasión que le ofreció este sábado el FC Barcelona para situarse a tan sólo un punto de los blaugranas. El equipo de Manuel Pellegrini salió al campo enrabietado tras la mala imagen ofrecida hace una semana en el Santiago Bernabeú ante los pupilos de Pep Guardiola, y lo que parecía entonces un desastre ahora se ha tornado en esperanza. Los blancos realizaron uno de los mejores partidos del año, sobre todo en la primera mitad, ante un Valencia inoperante en todos los aspectos del juego y la afición acabó coreando con "olés" a los suyos.
Ya muy pronto se vieron las intenciones de uno y otro equipo; el Madrid, que jugó con una defensa muy adelantada, se hizo con el control del balón en el centro del campo y el Valencia se puso a esperar una pérdida para montar una contra que jamás llegó. El conjunto de Unai Emery perdía muy rápido el esférico y Banega y Silva, desaparecidos en combate, provocaron que su equipo se metiese demasiado atrás.
Con este panorama, el gol del Madrid era cuestión de minutos. Estuvo a punto de llegar en el 20’ tras una internada por la banda izquierda de Ronaldo, que llegó hasta la línea de fondo y metió atrás un balón que Guti envió desviado a la derecha de la portería defendida por César.
En la siguiente oportunidad los blancos no perdonaron. Guti robó la pelota a Bruno en la banda y metió un pase magistral a Higuaín. El argentino, de espaldas, se dió rápido la vuelta, evitó a Albelda y disparó raso al fondo de las mallas.
De aquí hasta el descanso el Madrid hizo más evidente su dominio y pudieron llegar más goles. En el 28’ una buena jugada colectiva terminó en los pies de Higuaín, que regateó a Cesar. El balón se le fue demasiado largo y se encontró con Van der Vaart, cuyo disparó sacó Alexis bajo palos. Tan sólo un minuto más tarde los blancos la volvieron a tener. El ´Pipita´ pudo redondear su noche al quedarse solo ante César, pero su vaselina se fue demasiado alta.
El Valencia no lograba trenzar más de dos pases seguidos y Villa, sólo arriba, cómo en una isla desierta, se desesperaba. Tan sólo una ocasión de Alexis de cabeza inquietó a Iker Casillas. El rechaze de la parada le cayó a Mata, cuyo disparo sacó el mostoleño a bocajarro. De aquí al final el Valencia comenzó a estirarse tímidamente, pero apenas había tiempo para más. Un remate de Van der Vaart un poco forzado, tras un excelente pase atrás desde la línea de fondo de Higuaín, cerró la primera parte.
El Madrid, a por el segundo
El segundo acto empezó igual que el primero, con un Madrid volcado en ataque que tuvo la ocasión de hacer el segundo gol a poco de reanudarse el juego, cuando Marcelo falló ante César un claro uno contra uno. El Madrid, que estaba realizando uno de los mejores partidos de la temporada, estaba perdonando demasiado.
Las ocasiones se siguieron sucediendo para los merengues, que, sin embargo, empezaron a perder balones en el centro del campo y llevaron los rumores a la grada. En una de esas llegó la mejor oportunidad del Valencia en todo el encuentro. Un fuerte disparo de Silva, desde unos 25 metros, se estrelló en la cruceta, sin que la estirada de Casillas pudiese haber hecho nada. El conjunto ché se desperezó, comenzaron a tocar Silva y Banega, y el Valencia dió durante unos minutos la imagen que se esperaba en un principio.
Sin embargo, fue solo un espejismo porque en el 77’ el Madrid logró firmar la sentencia. Jugadón de Marcelo, que dejó por los suelos a Bruno, levantó la cabeza y metió un balón de oro para que Cristiano, desde el punto de penalti, lo mandase al fondo de la red e hiciese así su vigésimo gol en Liga.
De aquí al final, un paseo al que se unieron los miles de seguidores blancos, que acabaron coreando “olés” en las gradas cómo hacía algún tiempo que no se recordaba. El Madrid, tocado y hundido hace tan sólo siete días ya está ahí, a un pasito del Barça; hay liga.