Crece la presión para abrir el espacio aéreo europeo pese a la nube de cenizas

El grave impacto que el cierre del espacio aéreo está teniendo para las aerolíneas ha llevado a la asociación de las compañías aéreas, IATA, a denunciar que la reacción de Europa a la nube de cenizas es "inadecuada". Las aerolíneas europeas ya han realizado varias pruebas para poder estudiar la posibilidad de retomar los vuelos pese a que se mantenga en ciertas partes de Europa la nube de cenizas y rocas. De momento, con el espacio aéreo español reabierto desde la tarde de este domingo, Eurocontrol espera que este lunes despeguen entre 8.000 y 9.000 vuelos en el espacio aéreo europeo, es decir, sólo el 30% de los 28.000 previstos que cubrirán el 50% del área continental. La presión de las aerolíneas, que recuerdan que esta prohibición y el temor datan de un accidente ocurrido en 1982, no ha modificado por el momento la toma de decisiones por parte de los estados. Y mientras tanto, en Islandia, el volcán sigue expulsando ceniza, con el riesgo de que el cambio en la dirección del viento lleve el problema hasta Canadá.

Aeropuerto desierto

La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) solicitó este lunes una reunión de carácter “urgente” de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) tras considerar que la respuesta de los Gobiernos europeos a la nube volcánica procedente de Islandia está siendo “inadecuada”.

Según explicó el director general de la organización, Giovanni Bisigniani, esta reunión es necesaria “para definir la responsabilidad del Gobierno por las decisiones de abrir o cerrar el espacio aéreo en una línea coordinada y efectiva basada en datos reales y en procedimientos operativos especiales”.

Bisigniani expresó su disconformidad con la actuación de los Gobiernos europeos que han actuado “sin asesoramiento de riesgos, sin coordinación y sin liderazgo”, y recordó que la crisis está costando a las aerolíneas pérdidas de ingresos por valor de más de 200 millones de dólares (unos 150 millones de euros) diarios.

“A la luz de estas consecuencias económicas, es increíble que los ministros de Transporte europeos hayan tomado cinco días en organizar una videoconferencia”, lamentó Bisigniani.

Por ello solicitó una mayor urgencia a la hora de centrarse en decidir cómo y cuándo debe reabrirse los cielos europeos de manera segura a partir de decisiones tomadas en base a gestión de riesgos y procedimientos de seguridad operativos.

Situación “insostenible”

El comisario de Transportes de la Unión Europea, Siim Kallas, había asegurado a primera hora de la mañana que este lunes podrían tener lugar sin ningún tipo de problemas la mitad de los vuelos que discurran por espacio aéreo europeo tras calificar la actual situación de “insostenible”. Sin embargo, el nuevo cierre de algunas zonas ha reducido de forma importante esta cifra, y es probable que apenas despeguen el 30% de los vuelos.

“No podemos esperar a que la nube de cenizas simplemente desaparezca”, afirmó Kallas. Por su parte, el secretario de Estado para la Unión Europea, el español Diego López Garrido, suscribió estas palabras al afirmar que “el pronóstico es que la mitad de los vuelos podrán operar este domingo”. Garrido dijo que esto último será “difícil”, por lo que es necesaria la cooperación intereuropea, informó a la salida de una reunión en la sede de agencia europea de control aéreo (Eurocontrol).

Y es que los ministros de Transportes de la Unión Europea decidirán durante la reunión extraordinaria por videoconferencia convocada por la presidencia española si la situación de seguridad tras la nube de ceniza provocada por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla permite reanudar los vuelos en la mayor parte del espacio aéreo u obliga a mantener el cierre, según anunció el comisario de Transportes, Siim Kallas.

“Probablemente lograremos una posición común sobre el diagnóstico en materia de seguridad”, explicó Kallas en rueda de prensa. Basándose en este diagnóstico, los ministros decidirán si es posible reanudar los vuelos, tal y como han reclamado las compañías aéreas, o si debe continuar la actual situación de cierre del 50% del espacio aéreo europeo.

Bruselas está además “preparada” para habilitar un marco similar al aprobado tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 para permitir que los estados miembros concedan ayudas a las aerolíneas afectadas por la crisis de la nube de ceniza volcánica.

“Estamos preparados para aprobar un marco similar al del 11-S, que permitiría conceder ayudas estatales para cubrir el coste directo de las consecuencias del evento y los sobrecostes de seguros de las aerolíneas”, según el comisario de Competencia, Joaquín Almunia.

El comisario español, que forma parte del grupo de expertos “ad hoc” creado ayer por el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, para evaluar el impacto de la crisis en la Unión Europea, explicó que la regulación “obligaría a los estados a demostrar la necesidad y la proporcionalidad de las ayudas”.

La columna no aumentará

Por otro lado, la agencia meterológica islandesa informó que la actividad del volcán Eyjafjallajokull, que al arrojar toneladas de ceniza a la atmósfera es la responsable del caos aéreo en Europa, pese a hacerse más intensa, no iba a aumentar la envergadura de la columna de humo que existe sobre el cráter. Así, ésta reduciría su tamaño de los 11 kilómetros que alcanzó el miércoles, día en que comenzó la erupción, a los 4 o 5 kilómetros.

Además de los aeropuertos y las aerolíneas, a los que este frenazo del tráfico aéreo les está haciendo perder miles de millones de dólares, existen Gobiernos, como el holandés, que abogan por una relajación de las prohiciones para el tráfico aéreo.

Pruebas satisfactorias

Ya hay tres compañías -Lufthansa, British Airways y KLM-que han realizado vuelos de prueba en las zonas afectadas con resultados satisfactorios, coincidiendo todas ellas en que las cenizas no causan daños de consideración en los motores de los aviones.

En concreto, las primeras pruebas realizadas por Air France-KLM han arrojado resultados satisfactorios, según informó un responsable del grupo franco-holandés.

El ensayo fue realizado por un vuelo de París a Toulouse que concluyó “sin problemas” a la espera de nuevas pruebas. Air France-KLM anunció que tiene intención de operar, el lunes, siete vuelos a larga distancia desde los aeropuertos de Toulouse y Pau, si las condiciones así lo permiten.

La aerolínea holandesa KLM dijo que un Boeing 737-800 voló sobre Holanda a una altura normal de 10.000 metros, a un máximo de 13.000 metros y a otros niveles, sin que se dañaran sus motores u otras partes del avión.

Por su parte, la alemana Lufthansa dijo que diez de sus aviones volaron entre Fráncfort y Múnich a altitudes de hasta 8.000 metros, a la espera de divulgar los resultados de los ensayos, que serán repetidos por otras aerolíneas.

Precisamente el aeropuerto de Toulouse sido reabierto este domingo por las autoridades de aviación francesas, que han precisado que las instalaciones permanecerán operativas como mínimo hasta las 15.00 h. del lunes.

Esta medida también se ha aplicado a los aeropuertos de Burdeos y Marsella, según una portavoz de la administración gala.

Situación actual

En estos momentos, siguen sin prestarse servicios de control del tráfico aéreo para aviones civiles en la mayor parte del espacio aéreo europeo. Ello incluye Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Hungría, Irlanda, Países Bajos, norte de Italia, Polonia, Rumania, Eslovenia, Suiza, partes de Ucrania y Reino Unido.

En todo caso, alrededor del 50% del total del espacio aéreo continental está libre de la nube de ceniza. En concreto, el sur de Europa -incluyendo Portugal, España, partes de Italia y Francia, el área de los Balcanes, Bulgaria, Grecia y Turquía- así como partes del norte de Europa (Noruega y partes de Suecia) están abiertos al tráfico civil.