Cautela en los ámbitos político, científico y religioso ante la creación de la primera célula artificial

Cautela en los ámbitos político, científico y religioso ante la creación de la primera célula artificial

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Después del impacto que ha supuesto conocer que el equipo investigador padre del genoma humano, Craig Venter, ha sido capaz de crear vida artificial en un laboratorio, llega el momento de valorar el impresionante logro científico y también de preguntarse por las posibles implicaciones éticas que este avance pueda conllevar. Si desde el Vaticano se pide cautela y desde EEUU, su presidente Barack Obama pedia a la Comisión Presidencial para el Estudio de los Asuntos de Bioética que analice las implicaciones éticas que tiene el descubrimiento, en España, el ex secretario de Estado de Investigación, Carlos Fernández, considera que las células sintéticas "pueden tener en el futuro extraordinarias utilidades para luchar contra los grandes problemas" sociales, como la crisis alimentaria o la crisis energética.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha pedido este viernes a la Comisión Presidencial para el Estudio de los Asuntos de Bioética que analice las implicaciones éticas que tiene el descubrimiento. Obama ha dicho que la Comisión debería considerar tanto los potenciales “beneficios” como los potenciales “riesgos” del hallazgo en la medicina, el medio ambiente, la seguridad o la salud. “La Comisión debería publicar una serie de recomendaciones sobre las acciones que el Gobierno federal debería tomar para asegurar el disfrute de los beneficios de este campo de investigación científica a la vez que se dibujan las fronteras éticas y minimizan los posibles riesgos”, ha señalado Obama.

El Vaticano comparte la cautela del presidente estadounidense y el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo este viernes que “es necesario saber más” del tema para expresarse. ”Es necesario esperar, para saber más del caso”, se limitó a decir a la prensa Lombardi, a la vez que el presidente emérito de la Academia Pontificia para las Ciencias, el prelado Elio Sgrecia, llamó también  a la cautela.

El diario vaticano, L’Osservatore Romano”, en un artículo del profesor Carlo Bellieni, asegura que se trata de un trabajo de ingeniería genética “de alto nivel, un paso más en la sustitución de parte del ADN”. ”Pero en realidad no se ha creado vida”, precisó en neonatólogo, que subrayó que se ha logrado “un resultado interesante, que puede encontrar aplicaciones y que debe estar regulado, como todas las cosas que tocan el corazón de la vida”. Según Bellieni, la ingeniería genética puede hacer cosas buenas, pero hay que unir la valentía con la cautela.

Bellieni agregó que se puede reconstruir el ADN “y al mismo tiempo se debe considerar que sólo es uno de los motores de la vida”. Subrayó que el peso del ADN es grande y que grandes son las esperanzas puestas en las ciencias genéticas. ”No obstante, el ADN a pesar de un óptimo motor, no es la vida”, aseguró. La creación de esa célula artificial supone, según el jefe de los obispos italianos, el cardenal Angelo Bagnasco, una nueva “señal” de la gran inteligencia del hombre.

Carlos Fuentes ve potencialidades en el logro

En nuestro país, Carlos Martínez, ex secretario de Estado de Investigación, ha señalado que el estudio de Venter supone un avance tecnológico extraordinario, si bien ha aclarado que no se crea vida artificial. Para este científico, esto “puede tener en el futuro extraordinarias utilidades para luchar contra los grandes problemas” sociales, como la crisis alimentaria o la crisis energética.

Sobre si este avance puede o no tener un uso perverso, Martínez ha indicado: “nuestra sociedad es una sociedad de riesgos”. En este sentido, ha afirmado que “la mala utilización del conocimiento puede tener efectos negativos”, pero, ha advertido, es la sociedad la que “ha de poner el marco, la regulación y las normas para la aplicación y generación de este conocimiento”.

Sobre la vida artificial, ha manifestado que esto no es ahora un objetivo fundamental de la comunidad científica, “preocupada por crear el conocimiento para dar respuesta a los grandes retos sociales”. Previsiblemente será un objetivo, ha continuado, si bien “mi generación no lo verá”.

Venter aboga por una regulación que evite abusos

El gran protagonista del hallazgo, Craig Venter, el jefe del equipo científico que ha creado en EEUU la primera célula viva sintética, aboga por nuevas regulaciones para evitar abusos de esa “poderosa tecnología”. ”Creo que las regulaciones existentes no bastan, y como inventores de esto y responsables de su desarrollo queremos ver que se hace todo lo posible para prevenir abusos”, afirma Venter en declaraciones que publica el diario británico “The Independent”.

“Intentamos tomar toda las medidas responsables posibles. Creo que es el primer caso en el campo científico en que se ha llevado a cabo un amplio estudio bioético antes de acometer los experimentos”, agrega. ”Ello forma parte de un proceso en marcha que hemos impulsado nosotros mismos para garantizar que la ciencia procede éticamente, que reflexionamos sobre lo que hacemos y que tenemos en cuenta las implicaciones para el futuro”, asegura el experto estadounidense.

Sobre su hazaña, Venter afirma que se trata de un “nuevo paradigma” puesto que es “la primera vez que tenemos una célula totalmente controlada por un cromosoma sintético”. ”Partimos de una célula viva, pero el cromosoma sintético la transforma totalmente en una nueva célula sintética”, explica Venter, según el cual la nueva célula ha experimentado “más de mil millones de replicaciones” y el único ADN que contiene es el sintético.

“No hacemos las proteínas ni las células sintéticamente, sino que es el cromosoma el que determina el proceso”, agrega Venter. Preguntado por las dificultades con las que se toparon, el científico explica que “en un determinado momento se produjo un error en más de más de un millón de pares base, y eso basta para no poder crear vida. Es pues muy difícil”. El objetivo de su equipo, dice también Venter, es “comprender la naturaleza básica de la vida y los conjuntos mínimos de genes necesarios para la vida. No conocemos todas las funciones de los genes de una sola célula. No sabemos lo que hacen, ni cómo funcionan, así que durante quince años hemos intentado buscar la forma de poder definirlo en el caso de células muy simples”.

“Eso es lo más importante de la próxima etapa. (…) Se trata de una poderosa tecnología para intentar dotar a los organismos de funciones específicas, por ejemplo, la de fabricar nuevos combustibles a partir del dióxido de carbono o acelerar la creación de vacunas”. Preguntado si trata de suplantar a Dios en la creación de vida, Venter explica que eso se dice cada vez que se produce un importante descubrimiento en las ciencias, sobre todo en la biología. ”La ciencia consiste en comprender la vida en sus niveles más básicos e intentar utilizar ese conocimiento para la mejora de la humanidad. Creo que somos parte del progreso del conocimiento científico y de la comprensión del mundo que nos rodea”, afirma