Antes de que Quim Torra pronuncie esta tarde su conferencia de apertura del curso político en Cataluña, su antecesor en el cargo, Carles Puigdemont, ha anticipado el que núcleo del discurso: el rechazo a la propuesta de Pedro Sánchez de celebrar un referéndum sobre un nuevo Estatut y no sobre la independencia. Y lo ha hecho en un tono de absoluto desdén hacia la oferta del presidente del Gobierno, a quien ha reprochado que no salga de la fase de los “meros anuncios”.
Puigdemont se adelanta a Torra y desdeña el referéndum de autogobierno: ‘El Estatut ya se votó’
A partir de ahí, Puigdemont ha criticado a Sánchez y su política de mano tendida. “¿Hay un proyecto español para Cataluña?”, se ha preguntado y ha insistido en que “lo que pide el pueblo catalán en las elecciones democráticas es poder decidir su futuro. Es sobre eso sobre lo que hay que hablar. ¿Podemos finalmente hablar de todo sin condiciones previas, sin líneas rojas?” A juicio del expresidente catalán, “no pasamos de los meros anuncios”. “Nos gustaría pensar que la receta Sánchez es diferente de la receta Rajoy”, ha añadido y ha recordado que “ya hubo un referéndum sobre el Estatut. ¿Está diciendo que no valió?”
Sobre la posibilidad de que el regreso a la unilateralidad propicie que se vuelva a aplicar el artículo 155 de la Constitución suspendiendo la autonomía catalana, su postura es clara: “Sería volver a caer en el mismo error. Nosotros queremos compartir victorias, no derrotas”.
Todas estas reflexiones, con las que el anterior presidente de la Generalitat ha marcado la senda a seguir a su sucesor, que a las siete de la tarde dará una conferencia de apertura del curso político en el Teatro Nacional de Cataluña, se han producido en unas declaraciones frente a su residencia de Waterloo tras reunirse con su predecesor en el cargo, Artur Mas. Este último ha compartido su visión de la “excepcionalidad” que caracteriza a la situación que se vive en Cataluña. “Nuestro país se merece normalidad”, ha dicho. Ha hecho hincapié en la “trascendencia de la Diada de este año”. Ha considerado que “es fundamental la concordia y el civismo frente a quienes quieren fracturar nuestro país”. Y ha concluido: “Hay ‘fracturadores’”.
Puigdemont, por otra parte, se ha referido a su demanda contra el juez Llarena, cuya vista se ha aplazado tres semanas, y tras advertir de que no iba a hacer ninguna valoración técnica ha criticado los esfuerzos del Estado español para tumbarla: “No deja de sorprender que una demanda que fue ridiculizada cuando se presentó haya movilizado ahora a los mejores abogados con una provisión de fondos de más de medio millón de euros para defender a un particular”.